“Así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.”
1 Tesalonicenses 2:11-12
Por: Rev. Sergio Díaz
En estos tiempos de incertidumbre en los que nos ha tocado vivir, nosotros como padres tenemos la tarea de alimentarnos espiritualmente para poder alimentar a los que vienen siguiendo nuestros pasos. Debemos poner nuestra mirada en lo alto porque de lo alto vendrá nuestro socorro y también la sabiduría que necesitamos para nuestro caminar diario como padres. ¡Busquemos las cosas de Dios mientras se deja encontrar!
Mirando la primera carta de San Pablo a los Tesalonicenses, capítulo dos versículos once y doce, vemos cómo el apóstol trataba a los líderes de esa comunidad: como un padre trata a sus propios hijos. Me llama la atención tres palabras: “animando”, “consolando” y “exhortando”. El apóstol Pablo amaba a sus hijos espirituales de tal manera que llegó a ser un padre para ellos. Así nos toca a nosotros impactar al mundo en el que vivimos. Nos toca ser los padres cariñosos que Dios quiere que seamos. Nos toca animar a nuestros hijos cuando se sientan desanimados, consolarlos cuando están tristes y también exhortarles a seguir hacia adelante a pesar de que sobrevengan situaciones adversas.
Que Dios nos ayude a ser los padres que se necesitan aquí en la Tierra para poder llevar a nuestros hijos al conocimiento y amor del Señor. Necesitamos ser esos padres tiernos y comprensibles, tal y como lo es Dios con nosotros. Amemos a nuestros hijos como Él nos ama a nosotros.
Rev. Sergio Díaz – México
Iglesia Anglicana San Miguel
Fort Worth, Texas