El padre que bendice

El padre que bendice

Celebrando el Día de los Padres 2020

Mateo 3:17

“Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.
Mateo 3:17

 

Por: Amos Méndez Gutiérrez

¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a tu hijo(a) que estas orgulloso de él(ella)? ¿Cuándo fue la última vez que le expresaste que él(ella) era importante para ti? ¿Le has dicho que estás complacidos con ellos? Se dice que “nunca subestime el poder de bendecir a sus hijos, como tampoco la confianza y la fuerza que puede darles en medio de tiempos difíciles.” (Anónimo).

Al ver a mi hijo de casi tres años aprender o lograr algo nuevo en su proceso de desarrollo, se me hace imposible no sonreír. Al ver mi sonrisa, mi hijo siempre me hace la misma pregunta: “¿Papá feliz?” Al contestarle que estoy feliz, ¡él comienza a celebrar! Mi felicidad (pero sobre todo la expresión de que yo estoy feliz con lo que él ha logrado) lo llena de ánimo y propicia que repita la conducta. De la misma manera, en situaciones donde no ha hecho lo debido, el que yo le exprese que no estoy feliz, le causa una tristeza y muchas veces hasta llora. Como padres, aún en la tierna edad de 2 años, nuestras palabras causan un gran impacto en la vida de nuestros hijos…

En los evangelios nos encontramos con Dios Padre de manera audible pronunciando la complacencia que tiene en Su hijo Jesús. Aunque claramente podemos tomar lo que ocurre en el bautismo de Jesús como una proclamación cristológica de los autores del evangelio, los invito a mirar estas palabras como un refuerzo emocional y espiritual ante el comienzo de la vida ministerial de Jesús; unas palabras que le afirman a Jesús que está haciendo la voluntad del Padre, voluntad que Jesús volverá a pedir cumplir en el Getsemaní. Justo después de estas palabras, el Hijo enfrentará sus tentaciones: tentaciones que atacaban las necesidades más básicas de Jesús en ese momento, tentaciones que trataron de buscar que Cristo afirmara como señor a otro que no era su padre y tentaciones donde Jesús le recuerda al opositor quién ha de ser complacido.

El Padre Celestial utilizó su voz audible al dirigirse a Su hijo amado. Utilizó un lenguaje personal y cariñoso para con Su hijo y su bendición fue inconfundible. A ti papá te lanzo un reto: usa palabras audibles para bendecir a tu hijo(a). Que tu lenguaje sea personal y lleno de amor. Que tu bendición sea inconfundible. Déjale saber a tu hijo(a) que tienes complacencia en ellos.

Como padres, nuestras palabras de amor y bendición servirán de afirmación, motivación y fortaleza para vencer en medio de cualquier desierto. Sigamos el ejemplo que nos ha dado nuestro Padre, dando una bendición audible sobre nuestros hijos.

Amos Méndez Gutierrez – Puerto Rico
Pastor Iglesia Presbiteriana Juan Calvino
Quebradillas, Puerto Rico

19 Jun 2020

“Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.
Mateo 3:17

Amos Mendez

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