Hombria; Principios Fundamentales 3

Hombria; Principios Fundamentales 3

Parte 3

En tiempos bíblicos, los refinadores usaban el fuego como purificador de oro. El fuego hace que las impurezas suban a la superficie para facilitar su eliminación. Esta es una buena manera de entender el proceso de nuestro propio crecimiento y formación de nuestro carácter como hombres. Sabemos que tenemos impurezas, pero eso no significa que no vayamos avanzando. Así como el oro pasa por numerosos refinamientos para llegar a la pureza deseada, también nosotros estamos en proceso de purificación. Cada día tenemos nuevas oportunidades para que Dios nos refine un poco más, y elimine las impurezas que todavía nos quedan.

El proceso, la jornada, de convertirnos en hombres no es nada fácil. Y no estoy hablando como algunos piensan, que el hombre es hombre y siempre se comportara como hombre. No estoy hablando de eso. Ni mucho menos del aspecto biológico o fisiológico que nos determina como hombres o varones. Estoy hablando de un proceso deliberado de ser probado, purificado y fortalecido día a día a través de las dificultades de la vida.

De ese proceso de purificación, el hombre va desarrollando todas sus habilidades, su fortaleza, haciéndolo capaz de enfrentarse a las realidades de la vida, y esto incluye ser papá, esposo y líder. Como hombre se enfrenta a cada reto, a cada adversidad en su relación con su hijo o hijos, y está dispuesto a levantarse y cuidar de las necesidades de ellos, de sus hijos y de su esposa. Cuando el carácter del hombre es forjado, purificado como el oro por el fuego, sus hijos pueden ver que él, el papá, es de confianza, se puede depender de él, dando la estabilidad para experimentar la seguridad, protección, amor y dirección que los hijos necesitan. Forjado, purificado como el oro por el fuego, con el propósito de reflejar a Cristo en su vida y ser un ejemplo para con sus hijos.

Consideremos el principio de tomar decisiones ante diferentes opciones que se presentan a diario. “Decisiones, cada día. Alguien pierde, alguien gana. Decisiones, todo cuesta, Persígnate. Salgan y hagan sus apuestas ciudadanía.”  Es una estrofa que se repite en la canción Decisiones de Rubén Blades. Es sabido que no pasa un día sin que debamos tomar numerosas decisiones. Algunas no requieren mucho esfuerzo porque solamente traen consecuencias de menor importancia. Por lo regular, esa clase de decisiones no necesitan ni mucho conocimiento o sabiduría, y uno las toma sin estar consciente de las circunstancias que las hayan generado. Pero otras decisiones requieren de un análisis muy detallado durante el cual debemos evaluar todos los factores que pueden influir en ellas, y, dicho sea de paso, en ese proceso uno sufre, porque tiene que luchar con la incertidumbre.

Ahora bien, cualquier decisión, sea sencilla o complicada, sea de las casi inconscientes o muy deliberadas, depende de algo bastante básico: de las prioridades o normas que rigen la vida de cada cual. Aquí vamos de nuevo con los principios. En cuanto a comida, el individuo consciente de su salud escoge sus alimentos siguiendo esa norma. En cuanto a los riesgos que toma, la persona cuidadosa decide proceder con base en sus principios. En cuanto a lo moral, la persona que tiene un sistema de valores firmemente establecido toma sus decisiones con base en ello. Lo mismo se puede decir de las determinaciones espirituales. La persona cuya prioridad es hacer la voluntad de Dios tal y como se revela en su palabra, tomará las decisiones que reflejen esa convicción.

En el primer capítulo de Hageo se nota que el remanente de Israel, aquellos relativamente pocos exiliados que regresaron a Jerusalén de Babilonia, vivían dominados por sus prioridades egoístas.

Escucha lo que dice el Libro del Profeta Hageo 1:2-6: “Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: el pueblo alega: “Todavía no ha llegado el momento para reconstruir la casa del Señor”». Entonces el Señor envió el siguiente mensaje por medio del profeta Hageo:¿Por qué viven ustedes en casas lujosas mientras mi casa permanece en ruinas? Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: «¡Miren lo que les está pasando! Han sembrado mucho pero cosechado poco; comen pero no quedan satisfechos; beben pero aún tienen sed; se abrigan pero todavía tienen frío. Sus salarios desaparecen, ¡como si los echaran en bolsillos llenos de agujeros! Como la gran mayoría de los hombres, tenemos una gran lista de cosas que se necesitan hacer y muchas veces parece que todas tienen la misma prioridad. De igual forma, muchas veces caemos en el grave error de “dejar para mañana lo que podemos hacer hoy”. El problema es que el mañana sigue siendo mañana y caemos en lo que se conoce como procrastinación.

Cuando el pueblo de Israel regreso de su cautiverio, Dios les instruyo que comenzaran a reconstruir el Templo. Por años la obra de reconstrucción se detuvo mientras que los Israelitas se dedicaron a trabajar en sus propias casas y otros proyectos. No es que trabajar en la construcción de sus casas y otras tareas no fueran importante. El asunto es que cada día dejaban para mañana lo que Dios les había ordenado que hicieran hoy. Como resultado la condición económica y eventualmente social del pueblo se vería arruinada aun cuando tuviesen elegantes casas y por todo lo que habían trabajado.

Hablaremos más de esto en la próxima edición donde continuamos con esta nueva serie; Principios Fundamentales del hombre. Mientras tanto, nos veremos en el barrio…un cafecito a la vez.

Que Dios te bendiga abundantemente y seas de bendición para otros.

Copyright 2022
Dr. Rafael (Rafy)Gutierrez
Director/Pastor
Ministerio Padre de Corazón
rafy@padredecorazon.org
www.padredecorazon.org

Foto por: Jon Tyson en unplash.com

22 Mar 2022

“Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: el pueblo alega: “Todavía no ha llegado el momento para reconstruir la casa del Señor”». Entonces el Señor envió el siguiente mensaje por medio del profeta Hageo:¿Por qué viven ustedes en casas lujosas mientras mi casa permanece en ruinas? Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: «¡Miren lo que les está pasando! Han sembrado mucho pero cosechado poco; comen pero no quedan satisfechos; beben pero aún tienen sed; se abrigan pero todavía tienen frío. Sus salarios desaparecen, ¡como si los echaran en bolsillos llenos de agujeros!"
Hageo 1:2-6

Pastor Rafy Gutierrez, DMin

Director Ministerio
Padre de Corazón

Rafael (Rafy) Gutierrez

Rafy Gutiérrez posee un bachillerato (licenciatura) en administración de empresas y dos maestrías; una en finanzas corporativas y otra en estudios bíblicos y ministerios. Posee un Doctorado en Ministerio (DMin) del Seminario Bautista Midwestern en Kansas City, Mo.  Su pasión es estudiar y enseñar la Biblia y brindar cuidado pastoral enfocado en el ministerio para padres.

Rafy es el Director del Ministerio Padre de Corazón, ministerio hispano de Abiding Fathers con oficinas en Dallas, Texas. Ha impartido talleres y conferencias sobre el rol del padre en Cuba, Puerto Rico, España y en varias ciudades en los Estados Unidos. Es productor y la voz en el Podcast de Padre de Corazón. Rafy es profesor adjunto en el Seminario Teológico Bautista de Midwestern y profesor invitado en el Seminario Teológico de Centro América extensión del Seminario Teológico de Dallas, Texas.

Rafy y su esposa, Ernestine (Ernie) se mudaron a la zona de Frisco, Texas desde Puerto Rico en 1995. Tienen dos hijas casadas, Amy y Wendy, y dos amados nietos, Coral y Joel.

Fue ordenado pastor en Marzo del 2016. Actualmente se congrega en The Heights en Español en Richardson, Texas.

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