La siguiente porción de un artículo titulado “¿Debemos cancelar el día de los padres?”, ha sido tomado de una publicación de la revista de la Asociación Americana de Médicos y Cirujanos. He [parafraseado] algunas porciones del artículo para propósitos de esta edición.
El Día del Padre está en camino de convertirse en una reliquia debido [a la pandemia mundial de la ausencia del padre, más comúnmente debido al abandono [del hogar por parte del padre]. ¿Y cuáles son los resultados de la ruptura de [quienes promueven el movimiento] feminista que deploran el «patriarcado»?
Toda patología social entre los jóvenes se remonta a la ausencia de padres en el hogar y en la comunidad: la criminalidad violenta, el abuso de sustancias, el absentismo escolar, la pobreza y los trastornos autodestructivos. La gran mayoría de los tiradores masivos provienen de hogares quebrantados.
En las civilizaciones que prosperan o incluso sobreviven, los padres no solo plantan las semillas de la vida y siguen su propio rumbo. No solo proveen y defienden a madres e hijos, sino que también construyen y preservan la cultura. La paternidad tiene que ver con la esperanza de un futuro más allá de la propia vida.
El colapso de nuestra civilización es el colapso de la paternidad, escribe Stephen Baskerville en su libro “la revuelta de los huérfanos». Las políticas de asistencia social del gobierno contribuyen [a la pandemia del padre ausente], pero no son el único factor. La insurrección, un ataque deliberado y colectivo contra los padres, se ha estado construyendo durante siglos.
El Día del Padre debe ser más que una oportunidad comercial. Es una ocasión para agradecer al padre o figura paterna en la vida de [los hijos]. También es hora de reconocer la necesidad crítica de padres honorables y valientes, celebrarlos y oponerse a los ataques en los [medios sociales, acciones legales] y culturales contra la paternidad.[1]
La ausencia del padre es la tendencia demográfica más dañina de esta generación, es la principal causa de la disminución del bienestar infantil en nuestra sociedad. Nos enfrentamos a una ausencia que afecta los hogares a nivel mundial. Pero la ausencia más importante que nuestra sociedad debe enfrentar no es solamente la ausencia del padre, sino la ausencia de nuestra creencia en los padres, nuestra creencia en la paternidad.[2]
Es esa falta de creencia en los padres, en la paternidad, acompañado de los pensamientos y movimientos actuales que buscan desintegrar la familia, entre otros, los que buscan la cancelación del día de los padres considerándolos como tóxicos eliminándolos del núcleo familiar.
En esta nueva serie he compartido con ustedes el impacto de los padres en la vida de los hijos en ambos lados de la ecuación; los padres ausentes y los que están presentes y comprometidos. He compartido sobre estudios sobre la paternidad que se han realizado por años y no simplemente una opinión como el caso de la maestra en Jerez de la Frontera-España.
“El hombre contestó: ¿Y cómo puedo entenderlo, a menos que alguien me explique?” La pregunta del eunuco etíope a Felipe resuena en mi mente como la pregunta que se hacen y se deben hacer diariamente los padres en cuanto a su solemne llamado de ser padres. ¡Requiere discipulado! Requiere ser redimida por Cristo. La solución a la pandemia de la ausencia del padre y la ausencia de creer en la paternidad la encontramos en Cristo. En Él y solo en Él la paternidad ha de ser redimida.
Cuando la paternidad es redimida por Cristo encontramos buenos hombres de familia que se distinguen por:
- Ser buenos proveedores y protectores.
- Muestran amor por su esposa e hijos en palabras y acciones.
- Se fundamentan en valores bíblicos: es líder espiritual, es ejemplo de Cristo ante los demás en todo tiempo, escucha atentamente, toma tiempo para la familia, sus prioridades están bien establecidas y equilibradas, enseña, guía, anima, exhorta y ayuda en la solución de problemas.
Aunque se ha caminado mucho en las enseñanzas del Ministerio Padre de Corazón y vemos padres, que han participado en los talleres y conferencias, más comprometidos, lo cierto es que falta más por hacer. Nos encontramos con padres que tienen tanto que hacer, están tan ocupados, son tan importantes fuera de casa, que se pierden años y experiencias maravillosas con sus niños, y lo más grave es que privan a sus hijos de sus manifestaciones de amor, apoyo y compañía; aspectos tan necesarios para el desarrollo equilibrado y sano de una persona.
En Padre de Corazón no nos cansaremos de reivindicar la importancia que tiene el padre en el proceso de desarrollo de los hijos. Proponemos que es imprescindible para el beneficio de sus hijos que tomen su lugar con responsabilidad. Ciertamente, muchas de las cosas que deberá hacer desde que el niño nace, tendrá que ser hecho y aprendido a base de práctica (aprenderá a hacerlo, haciéndolo).
Compartimos enseñanzas y herramientas para que cada hombre pueda cumplir ese sublime y maravilloso «trabajo», ese nuevo rol, el de padre, y hacerlo con alegría, viviendo con entusiasmo cada minuto del desarrollo de ese ser que le podrá llamar con una palabra tan dulce como: “papá”. [3]
Hasta la próxima edición de Herramientas de Papá. Nos veremos en el barrio con un cafecito. Que el amor del Padre, la gracia de su Hijo Jesucristo y la comunión del Espíritu Santo sea con ustedes. ¡Abrazos de papá!
Copyright 2023
Dr. Rafael (Rafy) Gutierrez
Director-Ministerio Padre de Corazón
rafy@padredecorazon.org
www.padredecorazon.org
[1] https://aapsonline.org/should-we-cancel-fathers-day/
[2] David Blankenhorn. Fatherless America. Confronting our most urgent social problem. HarperPerennial. New York, NY.
[3] Martínez Vera, E. Transmisión de valores desde la educación emocional (2a Edición). Andamio. (2006)
