Quiero compartir con ustedes la conferencia virtual que impartí recientemente en colaboración con Editorial Renacer en México sobre el rol de la Iglesia en ministrar a los hombres, y en específico a los papás. Comienzo con dos citas que sirven como introducción al tema. La primera cita es de nuestro director nacional en Africa, el hermano Ruhinda Bosco: «La ausencia del padre en la vida de sus hijos es un hecho nacional en Ruanda».
Cuando miramos las estadísticas, y escuchamos de lideres de diferentes organizaciones e instituciones, en los diferentes países que el ministerio Padre de Corazón y Abiding Fathers tiene presencia física como también los que hemos visitado, podemos llegar a la misma conclusión: “La ausencia del padre en la vida de sus hijos es un hecho nacional en nuestros países de origen, o en el país donde residimos.”
La segunda cita viene de un buen amigo y parte del equipo de trabajo del Ministerio Padre de Corazón y Abiding Fathers, el señor Jonathan Habashy.
“Debido a los trágicos cambios geopolíticos y culturales que ocurren en todo el mundo (genocidio masivo, erosión cultural de los roles tradicionales del hogar, etc.), la familia está siendo atacada como nunca antes. Literalmente, la paternidad es concepto tardío, y la necesidad urgente de los padres está siendo completamente descartada. Esta realidad está poniendo en riesgo a toda una generación, y eso es solo el comienzo. Lo que sigue podría traer una oscuridad incalculable a las culturas de todo el mundo. “
“Redimir a los padres es redimir a las familias. Transformar a un hombre en su rol de padre (alineados con la perspectiva bíblica), es renovar y transformar a las familias para las generaciones venideras. Esta es la esperanza misma del evangelio de Jesús, ya que la paternidad bíblica pone a Cristo en el centro absoluto de cada familia.
Esta es la única razón de la existencia de Padre de Corazón y Abiding Fathers. ¡Estamos reclamando, redimiendo la paternidad, y equipando a una nueva generación de padres para impactar las vidas de sus hijos de la manera en que Dios quiere que sea!”
Redimir a los padres es redimir a las familias. Transformar a un hombre en su rol de padre (alineados con la perspectiva bíblica), es renovar y transformar a las familias para las generaciones venideras.”
La Biblia habla mucho sobre la fe generacional, la fe transmitida a los hijos y a los hijos de los hijos. Desde los mensajes de Moisés en el Libro de Deuteronomio (Deuteronomio 6); “Tú, tus hijos y tus nietos teman al Señor su Dios durante toda la vida. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez.”
Las palabras en los Salmos como leemos en el Salmo 78: “No les ocultaremos estas verdades a nuestros hijos; a la próxima generación le contaremos de las gloriosas obras del Señor, de su poder y de sus imponentes maravillas. Les ordenó a nuestros antepasados que se las enseñaran a sus hijos, para que la siguiente generación las conociera—incluso los niños que aún no habían nacido—, y ellos, a su vez, las enseñarán a sus propios hijos.”
Las advertencias de los profetas, por ejemplo Malaquías 4:6, “Sus predicaciones harán volver el corazón de los padres hacia sus hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres. De lo contrario, vendré y haré caer una maldición sobre la tierra” y la fe humilde transmitida por parte de Loida y Eunice a Timoteo; “Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti.” 2 Timoteo 1:5
“Pero esta fe generacional no es una transacción automática, y así lo debemos entender aquellos de nosotros que tenemos el privilegio de ser padres y de igual manera deben entender quienes están considerando ser padres. El reto es que esa transición o legado de la fe, se puede convertir en un intento entorpecido de pasar un batón resbaladizo, esperando que el Espíritu de Dios use nuestros mejores esfuerzos para encender la llama de la fe en el corazón de nuestros hijos.”
Continua…
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Dr. Rafael (Rafy) Gutierrez
Director – Padre de Corazón
rafy@padredecorazon.org
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Fuentes citadas: El poder de la fe del padre por Daniel Darling
