“…como trata un padre a sus propios hijos…”
…Continuación.
En el Nuevo testamento exhortar viene de la palabra griega “paraclesis” y es una palabra que guarda relación con el nombre que el apóstol Juan le atribuye al Espíritu Santo. En su evangelio “paracleto” significa llamar al lado de uno. En un sentido significa: invitar a animar, exhortar, ofrecer apoyo.
Pablo le dice a la iglesia en Tesalónica: “Saben también que a cada uno de ustedes lo hemos tratado como trata un padre a sus propios hijos. Los hemos animado, consolado y exhortado a llevar una vida digna de Dios, que los llama a su reino y a su gloria.” Estas palabras las encontramos en 1ra de Tesalonicenses 2: 11-12 (NVI). Las palabras de afirmación de Pablo, como un padre ha de hablarle a sus hijos, son un llamado a la iglesia a que se mantengan firmes ante las adversidades que estaban experimentando. ¿Con qué propósito? No era para que se convirtieran en una mega-iglesia o que tuviesen una gran reputación en Tesalónica. Pablo estaba exhortando a la Iglesia a un llamado noble y de mayor significado, un llamado más grande; a que llevaran una vida digna de Dios, quien los había llamado a su reino y a su gloria. Es un llamado de carácter eterno.
Pablo no se dejó llevar por asuntos irrelevantes o sin importancia. Su exhortación estaba dirigida para fortalecer el caminar cristiano de aquellos a quienes él estaba ministrando o dirigiendo. ¿No ha de ser esta exhortación parte de nuestro rol como padres? Al igual que un padre que da vítores o porras a su hijo o hija mientras participan en algún deporte Pablo exhortaba a la iglesia como un padre a mantenerse firme en la fe.
Como padres estamos llamado a discipular a nuestros hijos en la palabra de Dios, para que ellos al igual que nosotros lleven una vida digna de Dios. Se dice que los hijos prefieren ver un sermón que escuchar un sermón. Repito, los hijos prefieren ver un sermón que escuchar un sermón. Exhortemos a nuestros hijos no sólo con palabras de ánimo y consuelo, pero también por nuestras propias acciones reflejando a Cristo en nosotros.
Al reflexionar sobre las palabras paternales de Pablo a la iglesia en Tesalónica se resaltan característica positiva que han de estar en cada uno de nosotros como padres: Primeramente, ser sensible a las necesidades de los hijos. Segundo, demostrar siempre un amor incondicional y tercero ser auténticos manteniendo entusiasmo, afirmando a nuestros hijos diariamente.
Padres, hagamos algo grande; Respondamos diariamente al llamado solemne de ser los papás que Dios quiere que seamos.
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Dr. Rafy Gutierrez, DMin
Director
Ministerio Padre de Corazón
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Foto por: Clay Banks en Unplashed.