¿Conoces los Diez Mandamientos? ¿Te los aprendiste de memoria? Tal vez uno de los diez mandamientos fue mencionado en una conversación casual entre familiares y/o amigos para apoyar una opinión o postura sobre algún asunto moral o ético. Tal vez te acusaron con uno o varios de los diez mandamientos.
A través de los años hemos usado el término “diez mandamientos” en relación con otros aspectos de la vida cotidiana en forma graciosa: Los diez mandamientos del vago, los diez mandamientos de la cerveza, los diez mandamientos de la esposa obediente y así podemos añadir más.
Al pasado presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan se le atribuye haber dicho: “A veces me he preguntado que aspecto tendrían los Diez Mandamientos si Moisés los hubiese pasado por el Congreso de los Estados Unidos.” De la misma manera me pregunto cuántas personas leerían, compartirían y aplicarían Los Diez Mandamientos si fuesen publicados y comentados por una celebridad en su cuenta de medios sociales en vez de estar en ese libro llamado La Biblia. Si, Los Diez Mandamientos, al igual que la oración del Padre Nuestro, están en la Biblia, no pertenecen a una denominación específica. ¿Te sorprende?
Después del éxodo de Egipto, Dios le dio a la nación de Israel diez leyes; los primeros cuatro mandamientos tratan de nuestra relación con Dios. Los siguientes seis mandamientos tratan de nuestra relación con los demás.
Mucha gente erróneamente considera los Diez Mandamientos como un conjunto de reglas que, si se siguen al pie de la letra, garantizarán la entrada al cielo después de la muerte. En contraste, el propósito de los Diez Mandamientos es llevar a la gente a darse cuenta de que no pueden obedecer perfectamente la Ley. Es como mirarse en el espejo y ver a la luz de los mandamientos nuestra naturaleza pecaminosa.
A pesar de las afirmaciones del joven rico en Mateo 19:16, nadie puede obedecer perfectamente los Diez Mandamientos. Eclesiastés 7:20 nos dice “No hay una sola persona en la tierra que siempre sea buena y nunca peque.” Los Diez Mandamientos demuestran que todos hemos pecado como nos dice Romanos 3:23 y por lo tanto estamos en necesidad de la misericordia y gracia de Dios, disponible sólo a través de la fe en Jesucristo.
Estamos dando comienzo a una nueva serie de mensajes sobre el mandamiento de “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.” Éxodo 20:12. La serie es un intento en responder a algunas preguntas sobre lo que significa honrar a los padres, y en específico como honrar a mi padre o a mi madre cuando estuvo ausente en mi vida, o sus palabras y acciones han dejado heridas que no he podido sanar o sobreponer. Si eres de los que se hacen esa pregunta, te puedo entender, yo he estado ahí también. Si piensas que estas honrado a tus padres según tu propia interpretación de honrar según este mandamiento, este mensaje te puede interesar. Sea cual fuese tu situación, este mensaje es para ti. Comencemos con algunas definiciones:
El Diccionario General de la Lengua Española Vox define honra como el respeto y buena opinión que se tiene de las cualidades morales y de la dignidad de una persona[1] El verbo honrar es mostrar respeto y consideración hacia una persona según la definición del Diccionario Vox.
Según la página web Diccionariobiblico.org, el significado bíblico de la palabra honra es “peso” y se refiere a que la persona o personas a las que se va a honrar tienen peso e importancia en una vida. Aparece en la frase “honrarás a tu padre y a tu madre”, uno de los ejemplos más famosos donde se utiliza esta palabra. Precisamente esta frase significa que se obedecerá y respetará a nuestros procreadores en la tierra, amándolos, cuidándolos y teniendo un especial amor por ellos como ellos siempre han tenido y tendrán por nosotros.[2]
Honrar depende de muchas características. Como cristianos, nuestro deber es honrar a nuestros seres más cercanos, pero también al prójimo. Una forma de honrar a nuestros semejantes es mediante tareas y acciones que ayuden a la comunidad, dedicar humildad en el trato, hacer sentir a los demás como partícipes de nuestras vidas y compartiendo el mensaje de salvación con ellos.
La segunda tabla de la ley comienza con la relación que existe entre una persona y sus padres. Esto es deliberado, ya que, al tratar el tema de los padres, el mandamiento está dirigiendo la atención sobre la unidad de la sociedad, la familia, que es fundamental para el resto de todas las relaciones y estructuras sociales.[3]
Es mi oración que esta nueva serie de mensajes sean no tan solo de bendición, pero también de edificación en tu vida. Muchas personas con las que he hablado en los talleres y conferencias del Ministerio Padre de Corazón batallan con el concepto de “honrar a los padres y madres.” Las heridas dejadas por los padres salen a la superficie con emociones fuertes de amargura, dolor y conflicto de si merecen, los padres, nuestro perdón.
Te espero en la próxima edición de Herramientas de Papá. Mientras tanto…ya sabes…Nos Vemos en el Barrio, con un cafecito a la vez. Que el Amor de Nuestro Padre Celestial, la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo y la Comunión del Espíritu Santo sean con ustedes.
Copyright 2023
Dr. Rafael (Rafy) Gutierrez
Director
Ministerio Padre de Corazón
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[1] Cayuela, N. L., Diccionario general de la lengua española Vox. ed. (1997).
[2] https://diccionariobiblico.org/honra
[3] Boice, J. M. (2002). LOS DIEZ MANDAMIENTOS: EL AMOR A LOS DEMÁS. En Ética cristiana (pp. 437-439). Editorial Unilit.