Hombria; Principios Fundamentales 5

Hombria; Principios Fundamentales 5

Parte 5

Los seres humanos estamos acostumbrados a ponerle valor a todo. Constantemente, modificamos, alteramos y tomamos decisiones sobre nuestras vidas en función del precio de las cosas. Por esa razón, estamos muy acostumbrados a hablar del valor de las cosas. Lo barato o caro que nos cuesta un pasaje o boleto de avión. La rebaja que logramos en la compra de la casa, y enfatizamos en el precio antes de la rebaja. El precio de un grado universitario o de un curso de inglés. Seguimos con cuidado el precio de la gasolina y donde la venden más barata aunque nos cueste manejar más tiempo para comprarla. Le ponemos precio a todo. Inclusive se ha estimado cuanto nos cuesta criar nuestros hijos. De hecho he visto estudios que estiman que en Estados Unidos el costo de criar un hijo, desde que nace hasta que alcanza la edad de 17 años fluctúa en los $233,000. Ese precio no incluye el costo de estudio en la Universidad. El precio es una palanca de decisión fundamental en nuestras vidas, hacemos o dejamos de hacer cosas en función de lo que cuestan.

Aparentemente todo tiene un valor, pero ¿tiene precio la vida humana? ¿Cuánto vale lo más preciado y sagrado que tenemos?

Siendo niño, Joselito, (personaje ficticio) no tenía concepto de “valor personal” ¿Cómo podría tenerlo? Era rechazado constantemente por sus padres. ¿cómo podría tener algún sentido de propósito, de valor o de estima? El cual nos hace preguntar, ¿cómo se determina el valor de algo o de alguien? ¿Cómo sabemos cuál es nuestro valor personal? ¿Busca usted la respuesta en sí mismo o en otros para tener una idea de su valor? Si trata de buscar en otra persona que no sea Dios, el Dios que lo creó con un propósito y un plan, su visión está grave y peligrosamente distorsionada. Antes de que usted hubiera nacido, Dios estableció su verdadero valor personal, su creación valió la pena para Dios y lo más importantes es que ¡Dios lo escogió a usted!

Tomemos por ejemplo una subasta, ¿qué es lo que determina el valor de un artículo? Lo determina el más alto precio que se pague por él. El subastador vende cada artículo al mejor postor. A usted lo compraron en una subasta de pecado hace más de 2,000 años cuando Dios estuvo dispuesto a pagar el precio más alto jamás pagado, la vida de su Hijo Jesucristo. Por medio de esa acción, Dios estableció su valor personal para siempre. Jesucristo pagó el precio máximo por usted muriendo voluntariamente en la cruz por sus pecados, él pagó el castigo por ellos. ¡Así es como le amó!

Su verdadero valor no se basa en algo que usted haya hecho o que hará. Sin duda, Cristo ya estableció su valor, usted valía lo suficiente como para que él muriera por usted. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. (Juan 15:13)

Te comparto esta Ilustración: Luisito, otro personaje ficticio, sonrió al contar el dinero obtenido de todas las cosas que vendió en la venta anual de su vecindario. Casi no podía creer cuantas personas de toda la ciudad habían llegado, y que le habían dado dinero por los juguetes y libros que ya no necesitaba. Pero se le acabó el entusiasmo cuando vio que todavía le quedaba una caja grande llena de cosas que no se vendieron y ahora tenía que llevar de regreso a su casa. Luisito había llevado varias cajas llena de cosas, pero muchas no se habían vendido.

Luisito tenía un problema. Él no quería esas cosas. Y peor aún, los demás tampoco las querían aunque apenas pedía unos centavos por ellas. Luisito tomó las cosas que no se vendieron y volvió a su casa. Luego las tiró en la basura.

La mayoría de nosotros alguna vez nos sentimos como sobrantes de una venta. Cuando dejamos que otras personas nos digan lo que valemos o que no tenemos valor, sentimos que valemos menos que unos centavos. Cuando nos comparamos con las personas a nuestro alrededor, terminamos sintiéndonos frágiles y débiles, feos y sin atractivo, aun tontos y nos sentimos que no somos más tontos porque el día solo tiene 24 horas. Nos sentimos como una cosa que nadie quiere, inútiles para nosotros mismos, para los demás y hasta para Dios.

Cuando te sientas así, no te desanimes. No eres la sobra de una venta. Vales más que los centavos que podría costar un juguete usado. Tu vida ha sido comprada por la valiosa sangre de Jesucristo.

Cristo murió en la cruz para llevarte a Dios. Y su muerte significa que no hay ninguna duda de tu valor increíblemente elevado. Si quieres sacar la cuenta de cuánto realmente vales, saca la cuenta de cuánto vale la vida de Cristo. En 1 Pedro 1:18-19 encontramos una excelente pista: “Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni plata, los cuales pierden su valor, sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha.”.

Quizá sigas sintiendo que no vales nada. Pero la realidad es que tienes un gran valor. Eres valiosísimo. ¡Tienes el valor de Jesús! Reflexiona sobre eso, y cuando lo hagas, cambiará radicalmente la forma como te ves a ti mismo. ¡No eres candidato para la basura!

Así que no tengan miedo; para Dios ustedes son más valiosos que toda una bandada de gorriones. Mateo 10:31.

Hablaremos más de esto en la próxima edición de Herramientas de Papa del Ministerio Padre de Corazón donde continuamos con esta nueva serie; Principios Fundamentales del hombre. Mientras tanto, nos veremos en el barrio…un cafecito a la vez.

Que Dios te bendiga abundantemente y seas de bendición para otros.

 

Copyright 2022
Dr. Rafael (Rafy) Gutiérrez
Director/Pastor
Ministerio Padre de Corazón
rafy@padredecorazon.org
www.padredecorazon.org

14 Abr 2022

“Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni plata, los cuales pierden su valor, sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha.”
1 Pedro 1:18-19

Pastor Rafy Gutierrez, DMin

Director Ministerio
Padre de Corazón

Rafael (Rafy) Gutierrez

Rafy Gutiérrez posee un bachillerato (licenciatura) en administración de empresas y dos maestrías; una en finanzas corporativas y otra en estudios bíblicos y ministerios. Posee un Doctorado en Ministerio (DMin) del Seminario Bautista Midwestern en Kansas City, Mo.  Su pasión es estudiar y enseñar la Biblia y brindar cuidado pastoral enfocado en el ministerio para padres.

Rafy es el Director del Ministerio Padre de Corazón, ministerio hispano de Abiding Fathers con oficinas en Dallas, Texas. Ha impartido talleres y conferencias sobre el rol del padre en Cuba, Puerto Rico, España y en varias ciudades en los Estados Unidos. Es productor y la voz en el Podcast de Padre de Corazón. Rafy es profesor adjunto en el Seminario Teológico Bautista de Midwestern y profesor invitado en el Seminario Teológico de Centro América extensión del Seminario Teológico de Dallas, Texas.

Rafy y su esposa, Ernestine (Ernie) se mudaron a la zona de Frisco, Texas desde Puerto Rico en 1995. Tienen dos hijas casadas, Amy y Wendy, y dos amados nietos, Coral y Joel.

Fue ordenado pastor en Marzo del 2016. Actualmente se congrega en The Heights en Español en Richardson, Texas.

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