El amor no es…Parte 4b
Vivimos en un mundo devastado, lo vemos a diario en los medios noticiosos y hasta en las redes sociales. Al relacionarnos con otras personas dentro de este contexto, es inevitable que en algún momento experimentemos agravios, heridas y nos sintamos desilusionados por la injusticia y la mentira. Muchas personas actúan con cinismo ante la injusticia. Son quienes mienten descaradamente y hasta defienden actos que son condenables como lo es la injusticia y la falta de la verdad.
El amor que Dios derrama en nuestro corazón se opone a este tipo de cinismo. Busca lo mejor para todos y, por ello, se alegra sinceramente cuando suceden cosas buenas y se entristece cuando no es así. Por supuesto, nos sentiremos desilusionados por la conducta de algunas personas, pero nos negaremos a abandonar la idea de que la justicia y la verdad sea posible. Cuando el amor de Dios es el fundamento de nuestros pensamientos y emociones, y la fuerza que motiva nuestras decisiones, estaremos entusiasmados cuando otros experimenten justicia y la verdad de Dios se manifieste en sus vidas. De igual modo, nos sentiremos disgustados y molestos ante injusticia y la mentira, igual que con la hipocresía y el egoísmo que vemos en otras personas e inclusive en nosotros mismo. Al mismo tiempo, el amor se deleita en la verdad. Le gusta que la verdad triunfe. Deleitémonos en decir la verdad, deleitémonos en vivir la verdad. Si amas involúcrate para defender la verdad, para defender y poner o contribuir a poner justicia.
El amor “no se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa.” Esta son dos cualidades de la cual podemos hablar y escribir ampliamente en varias reflexiones, predicaciones y estudios. ¿Como se aplica al amor del padre hacia sus hijos? Si el amor de Dios es en nosotros y fluye a través de nosotros, entonces como padres haríamos todo los mejores esfuerzo para ser ejemplo a nuestros hijos de practicar la justicia y la verdad. Tus hijos te están observando. Ellos escuchan lo que dicen y observan como actúas. Papá, asegúrate que tus palabras y acciones vayan de la mano. Reconozcamos si actuamos injustamente y busquemos siempre caminar en la verdad. Debemos ser modelos para ellos de manera que cuando crezcan sean hombres y mujeres de bien que estén dispuestos no solo a señalar la injusticia pero a responder con la verdad en todo tiempo. De nada sirve en que nos escuchen decir “que el fuego de la justicia de Dios consuma a todos los que son corruptos y delincuentes”, si lo único que hacemos es pedir el fuego consumidor de Dios. Debemos de involucrarnos en enseñar y practicar la justicia y deleitarnos en la verdad. Y esto comienza en nuestros hogares.
Citando a John R. W. Stott, pastor y teólogo Ingles: “Andar en la verdad es mas que dar consentimiento a ella. Quiere decir aplicarla a la conducta de uno. El que anda en la verdad es un creyente integrado en que no hay división entre la profesión y la práctica. Por el contrario, hay en el una correspondencia exacta entre su credo y su conducta. Tal conformidad de vida a la verdad de parte de sus hijos daba a Juan mayor gozo que cualquier otra cosa. Para él la verdad importaba. “No hay nada que me cause más alegría que oír que mis hijos siguen la verdad.» 3 Juan: 4.
Que el amor, la gracia y la bendición de nuestro amado Padre Celestial sean con cada uno de ustedes.
¡Nos vemos próximamente en el barrio!
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Dr. Rafael Gutierrez
Director-Ministerio Padre de Corazón
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Recursos consultados y citados:
Piccardo, H. R. Recuperando nuestra identidad como iglesia: Sermones sobre 1a de Corintios para la iglesia de hoy.
Fernando, A. El significado del amor: Las relaciones interpersonales en un mundo complejo.
Foto por Joel & Jasmin Førestbird en Unsplash