“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”
Proverbios 22:6
Por: Dr. Carlos A. Zazueta
«En su camino»
La palabra hebrea clave en esta frase es derek, o «camino». Puede referirse a un camino literal o puede ser menos literal y referirse a la manera característica de actuar, como es el caso de este proverbio. Por lo tanto, debemos instruir a un niño de acuerdo con su tendencia natural de actuar. Algunos serán artísticos, otros deportivos y otros académicos. Uno puede ser de carácter fuerte y otro obediente. Un niño puede ser alentado por medio de recompensas o reconocimiento, mientras que a otro nada parece importarle.
Entonces, instruir requiere una relación en la que padre e hijo se cumplan un propósito compartido, con todos los privilegios y responsabilidades que esto conlleva. Los padres encuentran formas de fomentar el comportamiento que hace felices a ambos y satisface las necesidades más profundas del hijo, al mismo tiempo de guiar su espíritu para darle propósito y dirección.
Recibimos a cada hijo de la mano de Dios, no como una masa de barro para moldear a nuestro antojo, sino como una persona única y con un destino. Debemos honrar la creación de Dios de este individuo único adaptando nuestra instrucción a su tendencia natural de actuar.
Querido Padre, estudie a sus hijos desarrollando una relación íntima con cada uno. Ayude a cada hijo a descubrir su camino—el camino para el que fue creado a seguir. Luego, pídale a Dios que lo ayude a aprovechar al máximo las tendencias naturales de su hijo para que pueda vivir en armonía con el diseño de Dios. Y cuando llegue a la madurez, su éxito será un legado que podrán disfrutar juntos.
Dr. Carlos A. Zazueta – México
Pastor Ministerio Visión para Vivir – Frisco, Texas
Profesor Adjunto – Dallas Theological Seminary